viernes, 12 de septiembre de 2008

red de redes


Ayer, finalmente, decidí registrarme y crear mi perfil en Facebook, una de las mayores redes sociales en internet.

La verdad es que no sé qué decir, es divertido, interesante, un fenómeno sociológico a tener en cuenta, pero a la vez también es una forma más de “idiotizarnos” y de mantenernos alejados de la realidad que nos rodea.
Lo peor de todo esto es que, mientras que en una época política lejana en España se “idiotizaba” al personal dándole el mínimo de información posible y el máximo de distracción disponible, hoy en día nos dedicamos a “auto-idiotizarnos” nosotros mismos.

Está bien eso de “entretenerse” un rato con el ordenador, pero empiezo a creer que es más sano jugar al Tetris© que meterse en uno de esos sitios de la red… ¡A mi cada vez me recuerdan más a sectas de esas que hacen lavados de cerebro!

Asimismo no hay ni que decir de la cantidad de información personal que haces circular en un medio que está abierto a cualquiera; es para pensárselo, pero para pensárselo dos veces o tres por lo menos.

Y me pregunto yo: ¿qué tal nos sentaría leer o releer la famosa novela de George Orwell “1984”?

We are small gold fishes in a sharks' world…

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ah! Facebook.

Cuanto más lejos de él mejor.

Es la perfecta máquina de perder el tiempo. Aparte de ser un escaparate de tu vida para todo el mundo. Si no te pasas horas en el papartado de privacidad...

Y la analogía con 1984 está más que justificada.

Por cierto, (mea culpa) he redescubierto el blog y me gusta. Sobretodo cómo lo utilizas como nexo social. Para qué quieres Facebook si tienes este fantástico contenido aquí?

Kocol dijo...

Mi querida Lu... gracias a la vida se nos abren muchos caminos; unos para admirar, otros para llevarnos a algún lugar, otros para compartir, otros para andar a solas silbandito a nuestras anchas, otros, otros, otros... Mi experiencia en estas incursiones tecnológicas han sido maravillosas, si bien desconozco algunos de sus peligros y que te confieso que ya no puedo pasear como antes por las playas con tanta privacidad, jajaja. Pero... me encanta pensar que aún tenemos la libertad de decidir, de escoger, de hablar, de callar y hasta de observar!!! ¿Yo? Pues ya te pedí como amiga en Facebook. Y querré visitarte aquí y allá y adonde vayas porque es que cuando uno encuentra almas cercanas -y mira que no siempre se pescan a la vuelta de la esquina-, uno no puede dejarlas ir. ¡Un abrazo!