domingo, 28 de agosto de 2011

ZencilleZ



Vivimos en un mundo contra naturam: las apariencias se guardan, las emociones se esconden, la felicidad se finge, la posición se aparenta, la mente se controla…

Por suerte para este mundo todavía quedan muchas personas de esas que no creen que un coche sea más importante que una buena conversación, que no importa qué color tenga tu tarjeta de crédito o el título que consta en tus tarjetas de visita, ni siquiera si dispones de alguna de éstas, que saben que tu titulación académica no es garantía de que tengas la mejor titulación emocional, que valoran los actos hechos con amor sobre los que ofrecen el mejor reconocimiento público, que no te medirán por la cantidad de amigos importantes que poseas sino por la calidad de los mismos, que saben que las buenas obras las puedes hacer cada día en cualquier lugar y no necesitas una fundación detrás para demostrar que las haces, que las cosas buenas de la vida cuestan muy poco y que con una sonrisa puedes iluminar un mundo entero.

La fluidez del agua hace que ésta sea más transparente, más fresca, más viva, ¿por qué no tomamos ejemplo y nos dejamos fluir?