miércoles, 5 de enero de 2011

epístola a los Reyes de Oriente


Excelentísimas Majestades de Oriente:

Con el propósito de continuar el diálogo epistolar abierto hace ya muchos años con Sus Majestades, procedo a formular mis peticiones a cargo del Presupuesto General para este año 2011.

Tengo que poner en su conocimiento que el pasado año Sus Majestades me trajeron varios nuevos Ministros pero, a mi humilde saber y entender, lo hicieron tarde y ninguno de ellos se corresponde con el modelo solicitado.

Sin más preámbulos solicito de Sus Graciosas Majestades: un espejo, un reloj, un calendario, un sofá, una caja vacía, unas tijeras, un camión, un cuaderno, un puzle y un imperdible.
Y dado que mis solicitudes pueden parecerles algo extrañas, les expongo a continuación el por qué de las mismas:

- Solicito un espejo para comprender a los diferentes, ya que creo que si nos reflejamos juntos podré ser capaz de comprender sus diferencias.
- Solicito un reloj para tener tiempo, no sólo para mí sino también para los demás.
- Solicito un calendario para hacer justica a los marginados cada uno de los días de este nuevo año.
- Solicito un sofá para sentarme a dialogar con los que son injustos conmigo y con los demás.
- Solicito una caja vacía para poder comprender a los que de verdad no tienen nada que poner dentro de ella.
- Solicito unas tijeras pues quisiera cortar, de raíz, el hambre en el mundo.
- Solicito un camión para llenarlo de sonrisas y repartirlas entre los que estén tristes porque no tiene trabajo, porque se quedaron sin hogar, porque perdieron a algún ser querido, porque…
- Solicito un cuaderno porque quiero llenarlo con todos los buenos propósitos que se vayan haciendo realidad.
- Solicito un puzle porque quiero aprender a ser solidario y es la mejor forma de unir más piezas.
- Y, por último, solicito un imperdible para no perder la esperanza de que este año les sea posible dejar, bajo el Árbol de la Humanidad, alguno de estos preciosos regalos.

Dado todo lo anteriormente expuesto, no tengo nada más que solicitar de Sus Graciosas Majestades, por lo que sólo me cabe despedirme agradeciéndoles de antemano y deseándoles un feliz viaje desde Oriente hasta Occidente.

Reciban mis más respetuosos saludos,

S.s.
Lu Serrate