viernes, 22 de junio de 2012

borrosa

Cuando era niña mi abuelo me enseñó el arte de ver sin fijar la vista, una gran herramienta para resolver los “7 errores” del periódico de turno.

Con el tiempo, esta simple y fácil herramienta me ha ayudado en muchas facetas de mi vida, siéndome hoy en día imprescindible para resolver más de un problema sin lógica aparente, vaya!, de los que te lían la cabeza porque no les encuentras ningún tipo de razón.

Sirva esto de introducción para proponeros un pequeño juego.

Si nos fijamos en la economía mundial: está toda hecha un verdadero caos, con ataques indiscriminados de “los mercados” y con “las primas de riesgo” [que ya me gustaría a mí saber quién es éste] más desmelenadas que nunca.

Si observamos país por país, cada uno tiene su caos, sus ataques y sus desmelenes.

Pero si desviamos completamente la vista de los ataques y de los desmelenes, nos damos cuenta que somos como un grupito de hormigas con las que algún “ser superior” está jugando.
En realidad no hay caos sólo provocación del mismo y el problema es que nos creemos lo que nos dicen todos.

Si alguien te dice que te vas a caer, que te vas a caer, que te vas a caer, que te vas a caer…¡qué te vas a caer! Pues al final, ¡te caes!

¿Os acordáis de cuando eráis niños y os encantaba romper y ver como se recomponían las filas de hormigas? Pues a eso es a lo que me refiero.

La gran diferencia es que ahora no vamos todos en una misma fila, sino en varias y muy diversas, por lo que recomponerlas, para llegar a destino con el objetivo cumplido, se vuelve caótico.

Voto por la visión global que me enseñó mi abuelo, por ir del todo al concreto y arreglar el todo y el concreto para que ambos fluyan lo más suavemente posible.


Y tú, ¿te crees esta crisis?