domingo, 16 de diciembre de 2007

conversaciones con mi Maestro (I)

Hoy quiero hablar sobre una persona que se ha vuelto esencial y especial en mi vida, mi Maestro y actual jefe.
Aún recuerdo los primeros meses de trabajo con él, fueron duros, muy duros. Desde entonces, mirando hacia atrás, me veo más crecida, más madura, más alegre.
Llegué a mi nuevo trabajo apenas un año después de mi separación. Mi actitud por aquel entonces era la de esconderme detrás de una apariencia feliz, a pesar de que estaba perdida, sumida en una absoluta oscuridad y orgullosa de salir adelante sola. ¡Qué equivocada estaba!
Mi querido Maestro me obligó a tomar las riendas de mi vida, imponiéndome cada vez más compromisos que debía cumplir, más responsabilidades que debía asumir y empujándome a hacerme responsable de mí misma. He llorado mucho y he creído sufrir mucho, pero la verdad es que ahora me siento viva y muy en paz conmigo misma.
También fue él quien me ayudó a encontrar un apoyo psicológico, que creía no necesitar, que se ha convertido en un espacio de autoconocimiento y crecimiento personal.
Hoy puedo decir que he recuperado a aquella chica que se perdió el verano del 1996 en brazos de un hombre del que ni siquiera se enamoró.
Por todo ello, le estoy y seguiré estando infinitamente agradecida ¡GRACIAS MAESTRO!
También quiero compartir con vosotros la última conversación que tuvimos. Esta semana pasada estuvo con gripe y el miércoles le mandé un librito del que le había hablado, ya que iba a tener tiempo para leerlo tranquilamente. Estas fueron sus palabras cuando lo recibió y la pequeña conversación, vía sms, que mantuvimos después.
Maestro:
Mi muy querida y valorada Lucía, muchísmas gracias!!, por el préstamo de su libro, por su afecto, por ser, por estar y sobretodo por haber logrado trascender una relación profesional y haberla transformado en afecto y respeto verdaderos. Gracias de todo Corazón. Abrazón.
Yo:
Gracias a usted Jefe, por descubrirme a la PERSONA que hay dentro de mi y ayudarme a quererla. Un abrazo fuerte.
Maestro:
Querida Lucía, dentro de usted habita una Gran, Gran persona, llena de luz, Amor y sensibilidad... Usted y todos no sólo la vemos sino que hemos aprendido a quererla como, sin duda alguna, usted se merece, ojalá no lo ponga nunca en duda.... Abrazón.
¡¡ GRACIAS JEFE !!
¡¡ GRACIAS MAESTRO !!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

acabo de conectarme un momento a tu blog. tan solo quería darte la enhorabuena, y mucho animo para que sigas escribiéndolo.

gracias pro dejarme compartirlo contigo.
un beso bien fuerte!

s

Anónimo dijo...

Muchas gracias mi querid@ amig@. Es un placer, de verdad, poder compartir mis vivencias y pensamientos con las personas a las que quiero.