miércoles, 22 de septiembre de 2010

se perdió



Se levantó una de esas mañanas de sábado con aires renovados y ganas de limpiarlo todo.

Empezó por hacer limpieza de su casa, que quedó como una patena y digna de ser expuesta en la mejor de las revistas de decoración.

Siguió por hacer limpieza de sus libros, dejando solo los que aún no había podido leer y unos pocos cuentos que le gustaban.

Continuó por su ropa, zapatos, abrigos, chaquetas... y encontró el fondo de armario que siempre había querido tener.

Finalmente, aún a su pesar, se puso a hacer limpieza de los “trastos viejos” que aún guardaba en su cabecita.

Tiró aquellos días buscando el reconocimiento de su padre.

Tiró aquel primer novio que se murió antes de poder casarse con ella.

Tiró aquella amiga que le había traicionado aún considerándola más que una hermana.

Tiró los recuerdos de un matrimonio que hizo aguas.

Tiró los múltiples “amigos con derecho a” que no le habían servido para mucho.

Tiro alguna amiga que se había perdido en la distancia y el olvido.

Tiró los sufrimientos innecesarios.

Tiró y tiró y tiró y, sin ser realmente consciente de lo que hacía, se tiró ella misma y se perdió.

Cuentan las malas lenguas que, allí donde vivía, aún se puede oír su voz pidiendo que alguien le ayude a encontrarse.

2 comentarios:

japogo dijo...

Estás inspirada Lu!

Lu Serrate dijo...

Sí!!! y lo aprovecho al máximo.
Gracias por tus comentarios, Japogo.