
Con los años voy aprendiendo a diferenciar entre las palabras huecas y las plenas y a saber si me regalan los oídos o me los emborrachan.
Con los años voy aprendiendo que todo en la vida es pasajero y que no debemos aferrarnos a nada ni nadie, pues todo fluye irremediablemente.
Con los años me hago consciente de que todo lo que quiero lo tengo al alcance de mi mano y que simplemente basta con estirarla un poco para obtenerlo.
Con los años voy descubriendo que cuanto más amas más amor recibes y que cuanto menos necesitas a los demás, más arropada te sientes.
Con los años voy disfrutando de los momentos placenteros que se me presentan, independientemente de la persona, la situación o el lugar en el que se me presenten.
Con los años doy gracias porque éstos van pasando y porque nada ni nadie podrá quitármelos.
Con los años sobrepasé el temor a la muerte y descubrí que cuando te pones un límite en la vida éste siempre acaba llegando antes de lo deseado.
Con los años voy quitándome la coraza y mostrándote mi interior.
1 comentario:
Desde esta ventana atestiguo los cambios y veo alas desplegadas. ¡Feliz vuelo, Lu, feliz des-cubrimiento!
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