sábado, 3 de octubre de 2009

com-pasión



Hoy quiero hablaros de otra de mis grandes pasiones, la ayuda al prójimo.

En mi afán por ayudar, incluso cuando no me alcanza, me apunto a cualquier newsletter que me pueda aportar ideas o que me permita cumplir con mis deseos, muchas veces sin tener que sacar un céntimo de mi bolsillo.

Una de estas newsletters es la de Amnistía Internacional. Es reconfortante sentir que tienes una voz que comparten y escuchan miles de personas en todo el mundo. Es reconfortante saber que una simple firma puede servir para que frenen una ejecución, para que liberen a un preso político, para que haya más ayudas para los menos favorecidos…Yo, por lo menos, siento que doy lo mejor de mí al firmar por estas causas.

Sin embargo hoy me siento algo triste y os explicaré el porqué.

Amnistía Internacional ha sido una de las organizaciones que se ha dedicado a recoger firmas para que los gobiernos de países desarrollados, entre ellos España, firmaran el Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales por el que se comprometen a garantizar el acceso a la justicia cuando se vulneren derechos como el derecho a la salud, la educación, la alimentación, la vivienda y el trabajo, dando un paso más en la lucha contra la pobreza. Hace unas semanas, en la sede de Naciones Unidas, se firmó este Protocolo por 29 países, entre ellos España.

Hasta aquí todo es perfecto, gracias a nuestras firmas se llegó a urgir la necesidad de firmar dicho protocolo.

Ahora la parte triste. Las organizaciones que se dedicaron a la recogida de firmas consiguieron la irrisoria suma de 33.000 (!) y eso que firmaron 29 países y sólo en España ya somos alrededor de 46 millones de habitantes. [Para vuestra información, Amnistía Internacional recogió 20.000 de esas 33.000 firmas]

Sin embargo, en una conocida y famosa red social hay grupos que tienen más seguidores. Algunos loables como “Feed a Kid with only one click”, que ya tiene más de 2 millones de clicks. Pero también otros que, simplemente por diversión, aglutinan muchos seguidores, como es el caso de “Yo también me rio cuando alguien se cae”, 298.000 fans, “Para que la resaca sea considerada enfermedad laboral”, 145.000 fans, “1.000.000 for Obama to grow an afro!”, 273.000 fans…

Con un grupo como “Yo también quiero que mi gobierno firme el protocolo para que ese mendigo, que me pide limosna cada mañana cuando me estoy comiendo el bocata, deje de serlo”, quizá la gente de Amnistía Internacional habría conseguido un mayor número de firmas.

Y eso me lleva a la conclusión de que nos definimos como socialmente solidarios pero los números nos demuestran que no lo somos tanto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

estoy de acuerdo contigo Lu! a mi me entristece que la gente pierda más tiempo en unirse a grup0s imbéciles q no a lo que importa realmente...creo que hay q seguir insistiendo! y lo haremos! resistiremos!
a mi me encanta cmo eres! y saber que sólo una persona como tu se toma la molestia de escribir una carta contra una lapidación, ...me vale l apena. estoy contigo! siermpe! un beso! y animo! hay que seguir insistiendo!

Lu Serrate dijo...

diFusa, tú si que eres grande!
GRACIAS, mi niña!
Un beso,