Buscando algo que me ayude a conciliar el sueño [los cambios de horario un día acabarán con mi paciencia y mis pocas ganas de dormir], he encontrado esta pequeña joya que me ha transportado a lugares luminosos, alegres y chispeantes, a salinas y olas revoltosas, a atardeceres de verano, a la gracia de vivir y de sentirse cada día más vivo.
La melodía es como un arcoíris, lo mismo te suena a naranjas, que a verdes, que a los amarillos más brillantes o los rojos más intensos.
Hablando pues de rojos, color asociado por antonomasia a la vida [léase por ser el color de la sangre], puedo asegurar que es el color que me acompaña este año. Para mí, que cada número tiene un color, el rojo es el color del número 9, el color de la fuerza, de la vida, de la pasión, el color de la alegría y la vitalidad.
Empapaos de rojo y lanzaos a vivir; que vuestro corazón bombee la sangre con fuerza y que desatéis vida con sólo vuestra presencia.
martes, 31 de marzo de 2009
sinfonía en rojos
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