martes, 31 de marzo de 2009

sinfonía en rojos



Buscando algo que me ayude a conciliar el sueño [los cambios de horario un día acabarán con mi paciencia y mis pocas ganas de dormir], he encontrado esta pequeña joya que me ha transportado a lugares luminosos, alegres y chispeantes, a salinas y olas revoltosas, a atardeceres de verano, a la gracia de vivir y de sentirse cada día más vivo.

La melodía es como un arcoíris, lo mismo te suena a naranjas, que a verdes, que a los amarillos más brillantes o los rojos más intensos.

Hablando pues de rojos, color asociado por antonomasia a la vida [léase por ser el color de la sangre], puedo asegurar que es el color que me acompaña este año. Para mí, que cada número tiene un color, el rojo es el color del número 9, el color de la fuerza, de la vida, de la pasión, el color de la alegría y la vitalidad.

Empapaos de rojo y lanzaos a vivir; que vuestro corazón bombee la sangre con fuerza y que desatéis vida con sólo vuestra presencia.


jueves, 19 de marzo de 2009

mis queridos padres



Hoy quiero dedicar este post a todos mis padres.
Sí, habéis leído bien, porque, además de mi padre biológico, el cual ejerce su cargo a la perfección, he tenido y tengo muchos padres.

Porque qué mujer no tiene un amigo paternal, ese que te trata con mucho cariño –tanto que a veces lo estrangularías– y que te quiere más que nadie en el mundo [¡incluso te quiere más que tu propio padre!].

Y ese novio que tuviste que te protegía tanto que te quitaba el aire y del cual huiste porque preferías perderlo a él que a tu propia individualidad.

O ese jefe que parece que quisiera guiar tu vida y a veces piensas que lo que preferiría guiar son tus sábanas….

Pues lo dicho, a todos mis padres….

¡ F E L I C I D A D E S !

Eso sí, las más especiales son para mi papá al que siempre le deberé la Vida.


miércoles, 18 de marzo de 2009

MeDios


Tú y yo somos MeDios.

MeDios para relacionarnos con/en otros espacios, con/en otros lugares, con/en otras culturas, con/en otros pensamientos...

MeDios que al nacer debemos ir completando y a medida que avancemos en la vida, relacionándonos con otros MeDios, conseguiremos desvelar el camino hacia la plenitud.

jueves, 12 de marzo de 2009

687 palabras por la VIDA



No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida que te puebla, distraído de la vida que te rodea, delfines, bosques, mares, montañas, ríos.
No caigas en lo que cayó tu hermano que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 6.000 millones, además, no es tan malo vivir solo, yo me lo paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer y gracias a la soledad me conozco, algo fundamental para vivir.
No caigas en lo que cayó tu padre que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba como nadie a Chopin a los 90, por citar dos casos conocidos.

No estás deprimido, estás distraído, por eso crees que perdiste algo, lo cual es imposible, porque todo te fue dado, no hiciste ni un solo pelo de tu cabeza, por lo tanto, no puedes ser dueño de nada; además, la vida no te quita cosas, la vida te libera de cosas, te aliviana para que vueles más alto, para que alcances la plenitud
De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones.
No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó, porque hacia allí vamos todos; además, lo mejor de ese ser, el amor, sigue en tu corazón. No hay muerte, hay transformación
Haz solo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será y llegará naturalmente.
No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor; entonces habrá plenitud y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que te levanta cuando has recibido un revés, la que te mantiene vivo cuando los médicos ya te han desahuciado.
Te pusieron un ser humano a cargo y eres tú mismo, es a ti a quien debes hacer libre y feliz, después podrás compartir la vida verdadera con los demás. Recuerda las palabras: amarás al prójimo como a ti mismo.
Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es una maravillosa obra de la naturaleza y decide ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición; además la felicidad no es un derecho sino un deber, porque si no eres feliz estás amargando a todos los que te rodean. Un solo hombre que no tuvo ni talento ni valor para vivir, mandó matar a 6 millones de judíos.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto que sufrir es una pérdida de tiempo.
Y si tienes alguna enfermedad severa, solo pueden pasar dos cosas y las dos son buenas.
Si te gana: te libera del cuerpo que es tan molesto; tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas.
Y si le ganas: serás más humilde y más agradecido, por lo tanto, fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser.

No estás deprimido, estás desocupado.
Ayuda al niño que te necesite, ese niño que será amigo de tu hijo.
El servicio es una felicidad segura, como gozar de la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.
Da sin medida y te darán sin medida; ama hasta convertirte en lo amado, más aún, hasta convertirte en el mismísimo amor.
Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayoría pero no se nota porque es silencioso. Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye hay millones de caricias que alimentan a la vida. Vale la pena, ¿verdad?
Nadie te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero sí fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas y luz para el camino. Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír.

No, no estás deprimido, simplemente estás distraído.

martes, 3 de marzo de 2009

con los años...




Con los años voy aprendiendo a diferenciar entre las palabras huecas y las plenas y a saber si me regalan los oídos o me los emborrachan.

Con los años voy aprendiendo que todo en la vida es pasajero y que no debemos aferrarnos a nada ni nadie, pues todo fluye irremediablemente.

Con los años me hago consciente de que todo lo que quiero lo tengo al alcance de mi mano y que simplemente basta con estirarla un poco para obtenerlo.

Con los años voy descubriendo que cuanto más amas más amor recibes y que cuanto menos necesitas a los demás, más arropada te sientes.

Con los años voy disfrutando de los momentos placenteros que se me presentan, independientemente de la persona, la situación o el lugar en el que se me presenten.

Con los años doy gracias porque éstos van pasando y porque nada ni nadie podrá quitármelos.

Con los años sobrepasé el temor a la muerte y descubrí que cuando te pones un límite en la vida éste siempre acaba llegando antes de lo deseado.

Con los años voy quitándome la coraza y mostrándote mi interior.